El cuento es una de las formas más representativas de la literatura irlandesa. A partir de George Moore y, sobre todo de James Joyce, a principios del siglo XX, abandonó las formas más toscas de la tradición oral y los modelos de narración propios de los ingleses, nutriéndose de otras técnicas narrativas que, en la Europa continental del siglo XIX, ya habían instalado autores como Gustave Flaubert, Ivan Turgueniev, Guy de Maupassant y Anton Chejov, entre los más notables cultores del género. Así, el punto culminante de ese paso hacia la modernidad tuvo lugar en 1914, con «The Dead» («Los muertos»), de Joyce, texto con el que se abre esta antología que abarca algo más de un siglo y que concluye con «Dulces palabras» (2020) de Nicole Flattery. A lo largo de
ese recorrido especialmente preparado para los lectores de Latinoamérica y traducidos por traductores de la región, atravesamos
una parte sustantiva de la historia irlandesa: la lucha por la independencia, la guerra civil, la división del país, la construcción de
una identidad nacional, la traumática huella que dejó la injerencia de la Iglesia católica sobre las vidas de los irlandeses, las muchas contradicciones del Estado moderno. Asimismo, estos veinticinco relatos, varios de ellos traducidos por primera vez al castellano, exploran temas como la soledad y el aislamiento, la religión y la sexualidad, entre otros, y dan cuenta de la originalidad y la rica diversidad estética de una de las más potentes literaturas de Occidente.