En 1875, el poeta y jesuita inglés Gerard Manley Hopkins estrenó su prosodia revolucionaria, el sprung rhythm, en una obra que aúna la sofisticación rítmica de un Bartók o un Stravinski con la urgencia del rap: “El naufragio del Deutschland”. Repudiado por sus contemporáneos, Hopkins moriría inédito y desconocido, pero se reconocería en el siglo XX como el fundador de un modernismo alternativo e infinitamente vital, y sería, como pronosticó en 1932 el crítico F. R. Leavis, “para nuestro tiempo y el futuro, el único poeta influyente de la época victoriana”.
Mezclando biografía con traducciones de los diarios y cartas de Hopkins, interpretaciones de sus poemas y evocaciones del contexto victoriano, El ceño radiante es una completa introducción a uno de los personajes más extraordinarios de su siglo en Inglaterra.
El libro concluye con una antología de poemas donde, por primera vez en castellano, se aprecia la audacia rítmica y lingüística de una producción que va desde “El cernícalo” hasta el asombroso “De que la naturaleza es un fuego heraclitano y del consuelo de la Resurrección”, poema que, en palabras de Hans Urs von Balthasar, “arroja al basurero todo el mundo cultivado de belleza de la época victoriana”.
“Si se hubiera sabido de él, como de Rimbaud en Francia, la poesía de Hopkins, con su fé religiosa, sus experimentos en versificación, su ‘noche oscura del alma’, habría reducido a la insignificancia inmediata a todos sus contemporáneos victorianos”.