Hay un sitio al que llegan a parar todas las nostalgias, silencios y esperanzas. Donde llegan los amores. Donde llegan las alegrías y las tristezas. Los sentidos, los pensamientos y los olvidos. Un sitio donde, en fin, llega a parar toda la vida. Es un país extraño y a la vez familiar. Un país sin mapas ni señas. Un país de fronteras difusas, himnos mudos y banderas incoloras La nación personal donde cada uno vive su exilio. Este libro contiene algunas postales del que a mí me tocó.