En este libro, Jesús Diamantino busca delimitar la naturaleza de la narrativa de terror retomando la tradición crítica, por un lado, para afinar sus propias herramietas de análisis del cuento chileno. Para ello, traza un amo histórico de las conceptualizaciones del terror abarcando no sólo lo literario, sino que también sus concepciones desde otras disciplinas, siempre considerando las fluctuaciones en los campos culturales conforme avanza el tiempo. Por otro lado, recoge una linea histórica de referentes literarios para dibujar los rasgos fundamentales de una tradición que se alimenta de diversas fuentes. La versatilidad de esta clasificación permite abarcar obras literarias, audiovisuales y también de otros medios como el cómic, de modo que es posible salir de lo más estructural y entrar en la esencia de los mecanismos estéticos y discursivos que propician el terror.