El liderazgo es un ingrediente indispensable a la hora de conducir un equipo al éxito. El alma y la filosofía del líder siempre se ven reflejadas en sus dirigidos. No sólo en sus buenos resultados, sino en la manera en que cada uno de los integrantes encara el día a día, los nuevos desafíos y el entorno de trabajo. Factores decisivos que influyen en la productividad y el rendimiento de las organizaciones y en la calidad de vida de las personas.