Antes de alzar la pluma para ensayar, el autor cierra sus ojos y comienza a mirar por los ojos del reconocido Andrenio, un hombre que cavila sobre lo que le pasa y a quien le apasiona, tanto como a Fernando Lolas, la idea de dialogar con lo que le sucede, con formar un puente de memoria entre algo que pasó. «Sin otro ánimo que el de compartir con espíritus afines lo que podría ser un diálogo infinito», como explica el autor. Es así como el libro recoge sus artículos publicados en el Diario El Mercurio. En ellos se abordan diversos temas en forma breve y sencilla, animados por los hechos que dibujaron cada situación y que se inmortalizan en cada columna u opinión publicada. «Andrenio se asombra, se impresiona y se conmueve con aconteceres, y ellos le dan qué pensar; no puede permanecer impasible. El asunto no consiste en quedarse en el testimonio, en la pura sensación. El pensar que responde a este impresionarse lleva al análisis, a la clarificación de términos y significados, a la apelación a la historia, a la reflexión y posición éticas» Álvaro Quezada