Contrario al cliché que podría proponer su título, Santiago Azar dispone un poemario plagado de reflexiones sobre el oficio, donde el hablante en primera persona asume una voz doliente, que lejos de dar recetas, narra sucesos cotidianos, derrotas y aspiraciones.
El libro contiene una melancolía crítica que, a punta de lirismo, va desenmarañando un lazo con la tradición poética de su generación antecesora, atisbos que pueden ser unidos a la poesía de Rojas, Parra o Lihn.
Pequeño Dios Editores
Santiago Azar