Desde que nacemos nos toca oír sobre “lo mal que hablamos los chilenos”. Es que, claro, hablamos distinto de los españoles, los peruanos, los argentinos y todos los demás que comparten nuestra lengua, pero eso no significa que hablemos mal. Si bien tenemos una relación de identidad conflictiva con nuestro lenguaje: lo criticamos, igualmente lo sentimos como parte de nuestra forma de ser.
Nuestro modo de hablar se formó por sus propias circunstancias históricas y sociales, y no es producto de una corrupción, degeneramiento o desconocimiento de la lengua. ¿Por qué los chilenos hablamos como hablamos? aborda este mito que no hace sino apocarnos. El lector encontrará en este libro un breve recorrido por la historia de nuestro español de Chile. Recorrido que permite comprender mejor las razones que hay tras nuestra peculiar forma de hablar.