«Este libro habla de la poesía, de la memoria y de la infancia como una continuidad indisoluble. Como principio de escritura y como finalidad. Tríada de hondas posibilidades estéticas, de profundas corrientes subterráneas. Tesoro, hallazgo, albricia, en sentido mistraliano. Pozo sonoro como testimonio de una trayectoria vital. Una historia personal de la infancia a partir de una historia lectora. Una vida como lector. Mi vida como lector. Tras los trazos de aquellas cosas que el lenguaje de la memoria a veces no alcanza a decir y que la poesía sí hace. Una historia subterránea de la infancia. Una historia poética de la infancia. Volver a encontrarse con el niño que alguna vez fuimos. Con el que nunca dejaremos de ser. El que habita nuestra memoria por la poesía. El que nos alimenta desde un origen mudo.»