ste libro fue hecho a mano en septiembre de 1973, cuando Cecilia Vicuña vivía en Inglaterra como estudiante de arte. El proyecto original era imprimir un Diario de Objetos y algunos poemas, pero cambió de manera radical con la noticia del golpe de Estado: se volvió una obra revolucionaria y mágica, elaborada para sustentar la resistencia a la dictadura. Sabor a mí marca el inicio de la trayectoria de Cecilia Vicuña como poeta y nos traslada a un tiempo histórico imborrable, cargado de deseo y potencia creadora. Incluye varios poemas censurados en Chile por ser considerados escandalosamente eróticos, así como el registro de una de sus primeras y más célebres obras plásticas, el Salón de Otoño. La singular libertad y deliberada inocencia definen este volumen inclasificable e imprescindible en la poesía chilena.