Poe nos ha dejado la visión de un terror que nos rodea y está dentro de nosotros, y del gusano que se retuerce y babea en un espantoso y cercano abismo. Al profundizar en cada uno de los supurantes horrores de la alegremente pintada broma que lleva el nombre de existencia, y en la solemne mascarada que son el pensamiento y
los sentimientos humanos, esa visión tiene el poder de proyectarse a sí misma en unas