Todos hemos oído decir que albert einstein no fue un buen estudiante. En realidad, su único “problema” es que ya desde pequeño le encantaba preguntar el porqué de las cosas, algo que no encajaba muy bien con la rígida disciplina de la escuela de entonces. Su increíble intuición y su afán por cuestionarlo todo le llevaron a revolucionar la ciencia, demostrando que ni el tiempo ni el espacio son lo que creemos. Su teoría de la relatividad le convirtió en el científico más importante del siglo xx, y para muchos el mayor de todos los tiempos.