Una nueva Constitución para Chile no puede abordarse como un contrato en el que una partebusca sacar ventajas de la otra. El proceso constituyente no es una negociación de suma cero, nitampoco una causa que deba culminar con ganadores y perdedores. En el mundo dicotómico delas oportunidades y de los riesgos, los autores de Constitución y Desarrollo hacen una invitaciónconstructiva para lograr un nuevo código político que efectivamente entregue mayoresoportunidades para el futuro.
Uno de los supuestos base de este libro es que el proceso constitucional chileno es singular yexcepcional. El estado de desarrollo alcanzado por el país, el nivel de alfabetización digital de sushabitantes y las lecciones que dejan las experiencias de reforma constitucional vividas por algunasnaciones que terminaron siendo inconducentes son los deslindes que encauzan la reflexión de losautores.
Felipe Larraín y Sergio Urzúa aportan datos, contextos y experiencias que hacen de este libro uninsumo imprescindible y un aporte real en la discusión para lograr una Constitución que, sindesconocer el pasado, se haga cargo de los grandes desafíos pendientes, y en la que el Orden Público Económico será un será un pilar esencial para que la nueva Carta Fundamental no termine siendo un ídolo con pies de barro.