La escritura de Althusser, dada su manifiesta falta de unidad, sus contradicciones, su intensidad y al mismo tiempo fragilidad, nos da la impresión que las tesis que expone se sostienen temblorosamente casi por milagro. Si bien es normal la existencia de rectificaciones conceptuales en el desarrollo de una teoría, la cuestión en este caso es más compleja, pues "Althusser no rectificaba o no invertía su argumentación inicial, sino que, con las mismas palabras y a veces con las mismas frases, hacía decir blanco a lo que había dicho negro, como alguien que pasando de nuevo sobre sus propios pasos invisibles intentase llegar a las antípodas". Nos encontramos con un movimiento extraño; los conceptos de ideología, filosofía, ciencia, el propio "concepto" de concepto, etc., en los que trabaja Althusser, tienen la característica de ser conceptos que en el momento de perfilar un significado definitivo se abren en otra dirección, por medio de una re-disposición de los elementos que lo constituyen.