“El habla la lengua universal de los grandes pintores del mundo.
Rodeado de espacios limpios él llama y hace venir a las gentes
de su país. La luz de la página blanca forma las sombras que
bañan a hombres y mujeres que allí, inmóviles reposan, piensan,
juega...
“Pájaro, movimiento, montaña... la muy larga costa. Hombres y
naturaleza se confunden, el hombre es parte de ella. Cuando
intenta cambiarla se está cambiando a sí mismo.
“Me pregunto, ¿cómo es posible que al hacer estos dibujos esté
tan cerca de sus montañas, de sus campos, de sus playas y tan
lejos, ahora, aquí en el exilio, de su país y de su pueblo? ¿Cómo
guarda ese espíritu combativo?
“Ese combate es su lucha y él permanece joven y uno de ellos.
“Es la fuerza de sus líneas, sus formas simples, reales, es su maestría
de los espacios blancos y negros... y rojo.
“Yo siento la integridad del artista, para mi ello se expresa por
una relación directa e inmediata entre la idea, la concepción y la
mano que la ejecuta. La imagen se forma no en la bruma o la
facilidad o la rutina o el rodeo esteticista, ella permanece fresca.
Es su fuerza y la acción pasa en Chile y no en un lugar abstracto.
Todo el conjunto tiene una continuidad dialéctica y
sorprendente, como el montaje de un buen film.”