Este no es un libro sobre la guerra. Ni siquiera es un libro sobre quienes participaron en ella. Tendría que ser, más bien, el relato íntimo de un reportero que se tropieza en cada encrucijada con esquirlas y cicatrices, como quien va recogiendo trozos rotos en cada paraje lejano de la geografía nacional para intentar recomponer algo que se parezca a una explicación.
¿Que les pasó a los colombianos? Quizá sea prematuro ofrecer respuestas, pero ahí están los rastros, los vestigios de un holocausto donde se difuminan los límites, los bandos, las auténticas motivaciones. La guerra es eso que ocurre en otro lado y en otro tiempo: ese pasado que aún se conjuga en presente.