Violeta, en pleno almuerzo en su escuela, descubre una realidad que le remueve el corazón: sus amigos migrantes no conocen la cocina chilena y ella desconoce los platos típicos de sus respectivos países.
Junto a su perro Cuchuflí se impone la misión de recorrer las cocinas de Chile y buscar sus raíces, las originarias y las migrantes. Identificarán las historias detrás de cada preparación, las que estaban aquí antes que nosotros, así como los platos nuevos y los que han ido cambiando con el tiempo, para descubrir que somos mucho más parecidos de lo que creíamos, y así valorar y respetar nuestras diferencias.
Migrantes, pueblos originarios, nuevos chilenos y chilenas somos parte de una identidad nacional a través de las comidas que nos representan y nos unen.
¡Todos y todas tenemos algo que saborear y también algo nuevo que aprender!